Nuestra historia

A finales de los años 20, como muchos de los jóvenes de aquella época, los hermanos Unsain, Jesús y Alejandro, emigraron a Francia para completar su formación profesional en mecánica y establecieron unas importantes relaciones comerciales que les serían de gran valor en el futuro.

A su vuelta a Pamplona, su ciudad natal, los hermanos Unsain aprovecharon los conocimientos adquiridos en el país galo y decidieron abrir un pequeño taller de reparación de vehículos, situado en la calle Tejería.

Su actitud emprendedora les llevó a constituir la Sociedad «Unsain Hermanos S. R.C.», a partir de la que comenzaron a construir, a principios de los años 30, el primer concesionario de la marca Renault en Navarra que, por aquel entonces, se situaba en la Avenida Carlos III. Y cuyo primer contrato está fechado en 1933.  Allí, el arquitecto Francisco Garraus proyecto un edificio cuyos bajos, con seis metros de altura, se destinarían a un garaje de vehículos que, además, contaría con un taller de reparaciones, una agencia de neumáticos Michelin y una gasolinera que, con los años, se conocería como «La gasolinera del centro de Pamplona».

El escaso número de coches que había en Navarra a principios de los años 30 convertía la apuesta de los hermanos Unsain en todo un reto.

Sin embargo, tal y como han demostrado los años, su carrera empresarial siguió adelante, sólo interrumpida por la Guerra Civil, que sobrevino cuando el nuevo garaje ya estaba construido.

Estos fueron unos años difíciles y de paréntesis en la actividad mercantil, pero las habilidades de cada uno de ellos, permitieron que su negocio superara todos los obstáculos y siguiera adelante tras la Guerra Civil y durante los años de la Dictadura.

Así fue como, gracias a la perseverancia y el esfuerzo de los hermanos Unsain, a finales de los años 50 el negocio comenzó a despegar con la comercialización de los vehículos fabricados en España más populares como el 4CV. Los negocios parecían ir viento en popa hasta que, en 1957, la muerte de Alejandro puso en trance el negocio familiar, que pasó a manos de su hermano Jesús quién recurrió, en este caso, a la siguiente generación, más concretamente a su sobrino Luis y a Paco, el marido de su sobrina, para llevar adelante el negocio familiar.

Tal era la bonanza económica de aquellos años que, con el comienzo de la fabricación del popular «Dauphine» en Valladolid, Jesús decidió adquirir un nuevo solar a las afueras de Pamplona, en la calle Mayor de Burlada, sobre el que se construyó el nuevo garaje.


Tras la muerte de Jesús, la implicación con la marca llevó a Luis y Paco a efectuar continuas adaptaciones para adecuar los locales de Carlos III y Burlada a las nuevas necesidades.

A mediados de los años 70, el negocio iba tan bien que las instalaciones de Burlada y Carlos III se quedaron pequeñas para hacer frente a las exigencias del mercado. Fueron unos años de gran crecimiento en el sector, que consolidaron el negocio automovilístico iniciado por los hermanos Unsain.


En los años de la Transición, la gama de vehículos Renault se renovó continuamente gracias a la fuerte demanda del producto, que convirtió el mercado del automóvil en un negocio en pleno desarrollo. Fueron estos los años de la motorización, en los que los nuevos modelos se echaron a las calles, desplazando a los más antiguos.

El fallecimiento de Luis dejó a Paco como único gestor de la Sociedad, por lo que éste recurrió a la tercera generación familiar, su hijo Francisco Esparza Unsain, para renovar y continuar con el negocio del automóvil.

Por aquellos años, la Sociedad familiar contaba en su plantilla con más de 90 personas, repartidas entre las instalaciones de Cordovilla y Burlada, comprometidas con el modelo de trabajo instaurado por la familia Unsain desde los inicios del negocio, basado en el servicio al cliente y en la fidelidad a la marca francesa.

En 1996, la empresa se ve obligada a cerrar el concesionario de Burlada, de manera que sus esfuerzos quedan concentrados en el concesionario de Cordovilla, que por aquel entonces ya era el buque insignia de la marca francesa en Navarra.

Ese mismo año, la sociedad de los hermanos Unsain traspasó las fronteras de la capital Navarra para instalarse en Tudela, con la compra de la distribuidora de Renault en la capital Ribera.

A principios de los años 2000, los concesionarios de la Sociedad pasan a denominarse Unsain.

A día de hoy, la empresa familiar está dirigida por Francisco Esparza, hijo de Paco, y, con él, ha crecido, incluyendo no solo la concesión de Pamplona. Unsain Grupo lo componen las marcas de automoción Renault y Dacia, ubicadas en Pamplona, Tudela y Estella, Mazda en Pamplona, Nissan e Isuzu, en Tudela y en Estella, e Invicta en Pamplona, con un completo servicio posventa incluido, además de un servicio de alquiler de vehículos – Unsain Rent – y una correduría de seguros -Unsain Seguros-.

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